domingo, 23 de enero de 2011

Höfner Verythin Standard 2

Como segunda entrada para esta extraordinaria guitarra los dejo con un video de Las Señoritas de Aviñón en el Ruta 61. El video fue grabado con un teléfono así que la calidad no es muy buena pero no se escucha mal.
Por cierto, la pieza es un blues menor dedicado a María, una misteriosa mujer.

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sábado, 22 de enero de 2011

Höfner Verythin Standard


Esta belleza llegó a mis manos en diciembre de 2010. Es una guitarra hecha a mano en Alemania. Su cuerpo acústico de doble recorte es de arce flameado (madera muy común en violines, violoncellos y contrabajos), que le da un aspecto bellísimo. Su mango, también de arce, tiene un diapasón de palo de rosa. Es una guitarra semi-acústica con dos "humbuckers" que puede sonar a un guitarra de jazz clásica de cuerpo grueso o, si configuras sus controles apropiadamente, irse al polo opuesto y recordarnos a una aguda Telecaster. Sí, se trata de un instrumento muy versátil. En su interior fue colocado un bloque de abeto que incrementa increíblemente su "sustain" y evita la retroalimentación incontrolada, tan común en eléctricas de doble recorte a volúmenes altos. Quienes aman a las Gibson ES335 (yo soy uno de ellos) pueden encontrar una opción muy interesante en la Verythin Standard. Una guitarra elegante de manufactura impecable y gran sonido.

miércoles, 5 de enero de 2011

Höfner model 459 (Violin Guitar) 3

Dos cosas son claras en la primera foto. La primera es su barra de trémolo, que funciona con un solo resorte (tipo Bigsby). Es la original y trabaja bastante bien. La segunda (¡ay que mala noticia!), es que su tablero de control fue reemplazado. ¿Por quién? Por un mozalbete que cambió sus pastillas tantas veces como fue capaz. Sí, aprendí a soldar y desoldar con esta pobre. A cambio, le debo ahora todo lo que se de guitarras. Su actual sistema lo instalé el año pasado, junto con las pastillas originales. Su configuración actual es la de un Jazz Bass. Por supuesto, no se trata de la mejor solución pero prometo dejar a esta guitarra como nueva en cuanto encuentre las piezas necesarias. ¿Alguien tiene repuestos originales para una rara avis de 40 años de edad? Trate a esta belleza como los estudiantes de medicina tratan a los cadáveres. No obstante, ahora trato de revivirla. Cada vez que la veo me parece oírla cantar en silencio Don't let me down. ¡Prometo no fallarle! Ojalá y que santa E-Bay me lo permita.
Aquí se aprecia una de sus pastillas (la otra es idéntica). Son micrófonos de una sola bobina con un arreglo peculiar de los magnetos, tal y como fueron diseñadas. Ambas están en perfectas condiciones. También podemos ver que carece de su selector de pastillas. ¡Grrr!
Algo distintivo en muchas Hofner es su incrustación con motivos florales. ¿Verdad que es hermoso? No es posible apreciarlo en la foto pero la guitarra cuenta con un traste cero. Característica poco común que hace que las cuerdas no descansen en el puente sino en un traste pegado a él. No es una buena idea, particularmente en el blues porque al hacer "bendings" se gasta el traste y hay que reemplazarlo, cosa que es una verdadera molestia. Así fue diseñada, sin embargo.
Toco esta guitarra a veces en casa, sin conectarla.
Su cuerpo es hueco y tiene un acústica aguda y peculiar, como la de un dobro.
Sólo me resta apuntar una cosa más: ¡Amo a mi Hofner modelo 459!

Höfner model 459 (Violin Guitar) 2

En esta foto, mi hermano Gerardo Aguilar en un
ensayo de Máma-Z toca la guitarra violín.
(Quizá en 1986)
Aquí vemos a Gerardo (quizá en 1974), en su versión
AliceCooper :) cantar Don't Let Me Down de John Lennon.
Mientras abajo, en primer plano, se ve el brazo de la Hofner
tocado por mí, tal y como revela el ángulo de la foto siguiente.
Nuestra banda entonces se llamaba Ambrose Eagleman.
Los dejo con un video que todos conocen. En él, Lennon canta
precisamente Don't Let Me Down (con su Epiphone Casino)
y McCartney lo acompaña con, ¿qué creen?,
su viejo y encantador bajo Hofner.


Höfner model 459 (Violin Guitar)

Höfner construyó a finales de los 60 (quizá en 1967) la guitarra que muestro en la foto de abajo. Es la versión de seis cuerdas del célebre "Beatle Bass". Se trata de una guitarra poco común que llego a mis manos en 1973. El dueño original aparentemente tenía una deuda con una tienda de departamentos y dio entre otras cosas la guitarra como pago. Mi padre me la compró en un remate. Fue mi primera guitarra eléctrica. Todavía recuerdo abrir el estuche para exclamar encantado. ¡Guau, es como el bajo de Paul!
Karl Höfner fundó una compañía de instrumentos de cuerda en 1887. El esmero que puso siempre en la elaboración de sus guitarras y violines hizo que su taller prosperara rápidamente. Con el afán de expandir el negocio, sus hijos decidieron en 1954 experimentar con guitarras eléctricas. La verdadera expansión, no obstante, vendría por otra vía. Un hecho aparentemente irrelevante. Algo que pasó en Hamburgo muchos años después, pero que daría al apellido Höfner fama internacional. En 1961, un joven despeinado y con chamarra de cuero entró en una pequeña tienda de instrumentos y, después de probar algunos de los instrumentos que se exhibían, decidió pagar 30 libras por un simpático bajo con forma de violín. Lo demás es historia.

domingo, 2 de enero de 2011

Fender Stratocaster "Jimmie Vaughan" 4

Y para terminar la serie dedicada a mi "Jimmie Vaughan Signature Guitar",
un video del mismísimo Sr. Vaughan "castigando" y haciendo gemir a su creación.

Fender Stratocaster "Jimmie Vaughan" 3

Dos heridas de guerra de esta heroína.

El número de serie, la firma de Jimmie Vaughan y la estampa
de "made in mexico". El número de serie confirma por sus iniciales que el
instrumento fue construido en la planta de Fender en Ensenada, Baja California.


Fender Stratocaster "Jimmie Vaughan" 2

Otras fotos de este espléndido instrumento.
Aquí, acompañando a Graná Louise con Vieja Estación en el Ruta 61.
En el retrato de abajo de Las Señoritas de Aviñón,
que tomó Eduardo Serrano, todos menos
yo y la reina de marfil estamos fuera de foco.
La sonrisa de Gaona hace que valga la pena la foto. ¿No creen?
Aquí, en la primera epoca de Las Señoritas tocando
en vivo en los estudios del IMER.
Las Stratocaster son guitarras que se dejan maltratar,
particularmente ésta. Golpeas las cuerdas duro con una plumilla
dura y la guitarra gime de placer.
Es lo que podría decirse una señorita llevada por la mala.

sábado, 1 de enero de 2011

Fender Stratocaster "Jimmie Vaughan"

Desde el 2000 he usado esta guitarra más que cualquier otra. Para la mayoría de las tocadas con Las Señoritas de Aviñón (cientos de ellas en los más de 10 años de la banda), elegí esta maravilla blanca con mástil de arce quizá un 80 por ciento del tiempo. Su sonido es indeclinable, particularmente el que proviene de la posición dos del selector (la que mezcla la pastilla de lado del brazo con la del centro). En un Deluxe Reverb o en un Super Reverb con 5 en agudos, 6 en medios, 8 en bajos y un toquecito de reverberación, el sonido es perfecto. La guitarra trabaja bien en solos agresivos (a la Buddy Guy o Albert King) y en asuntos más delicados, como el Stormy Monday de T-Bone. Incluso cuando la he hecho trabajar en Blue 7 o Tenor Madness la guitarra ha resultado muy apta. Hay que tomar en cuenta que estas guitarras son poco comunes en contextos de jazz.


El modelo lo trabajó el mismo Jimmie Vaughan con la gente de la fabrica de Fender en Ensenada. Sí, es una guitarra hecha en México. El mástil viene en forma de “V” y sus 21 trastes son más grandes que los de una Stratocaster típica. La pastilla del mástil y la central son Tex-Mex hechas de Alnico y sobre-embobinadas, con más rango tonal que las pastillas de Stratocaster tradicionales. La pastilla del puente está embobinada al revés, de suerte que al combinarla con la central anula el ruido común en las pastillas de una sola bobina.


Les comparto la foto que le tomé a la guitarra para este blog y otra en la que la estoy tocando, en el onceavo Festival de Blues de la Ciudad de México. Jaime Holcombe, en la misma foto toca una Grestch de la que he de hablar pronto en otra entrada.